
En corto.. .
el espacio donde te voy a cuentear
“La número 5”
Como a las tres de la tarde saco un pañuelo para secarse las lágrimas que invadían su cara, recogió aquella maleta de recuerdos, exhalo y observo por última ocasión la redonda figura de aquella mujer. Su rostro denotaba un sin fin de situaciones, encuentros con aquella blanca cenicienta, caminó por aquel largo túnel el cual no parecía tener fin. Su cerebro indagaba otras posibilidades; mientras, lo que dejaba por detrás era tan solo un abismal vacío lleno de goles hechos.
Tantas preguntas en un mismo día eran difíciles en tan pocas horas, pero tenían que suceder, algo para que aquel incauto comprobara ya su nueva realidad. Un mar de gente compartía sonatas silenciosas, el paso desapercibido entre toda la multitud, estaba como pálido de tanta inexistencia. Decidió no asistir en su automóvil al hogar fétido de mas balompié, siguió caminando bajo un sol tímido ¡hasta el tenía flojera de volverle a ver!, empezaba a llover, no ponía atención al ¡plok! de la lluvia, no ponía ni las ganas para definir ese nuevo destino.
La estridencia de una ambulancia a lo lejos logro solo un poco ahuyentar esa ausencia que cargaba en ese instante, pasó el vehículo curatorio como quien fuese a recibir herencia, el detuvo su andar y pensó -espero este bien-, divagaba demasiado pero raramente ese pensamiento le abordo, se sonrió y prosiguió con la soledad de la mano, llego por fin a su casa, introdujo la tarjeta madre seguido de digitar algunos números e ingreso como un semental al que acaban de sacrificar en el ruedo mas feroz, de ese tamaño era su tristeza.
No había nadie, la obscuridad del hogar le sorrajo ganas de no tener ganas de nada, fue directamente a su habitación, encendió la luz, nuevamente lo que quema, recuerdo, rostros, tiempos, aquel cuarto se parecía mucho al vestidor donde el esfuerzo fue lo ultimo que lo abandono; o mas bien nunca, sobre el cabezal una nota: Eh viejo! Linda forma de entregarte a lo que amas, firmaba “redondito” el hijo regordete de 8 años que procreo con su esposa. Saco del cajón contiguo una bata blanca con sus iníciales en rojo, preparo la tina por unos cuantos segundo y al ritmo de “IMAGINE” se sumergió en un profundo sueño.
El reloj marcaba muchísimas horas transcurridas, despertó, salió de la tina lleno de arrugas por toda el agua que había absorbido su cuerpo. Se puso la bata y bajo a la cocina, parecía tener hambre o solo era ansia sutil, miro extrañadísimo como seguía solo; mientras, degustaba un sandwich de verduras. Telefoneo a su esposa, todo era raro, ella no contesto, y él ya con una preocupación grande.
Salió al compás de rápido, y recordó de pronto que su auto estaba en aquel lugar, dolía la sola idea de regresar ahí, pero mas era la preocupación no saber nada de los seres amados. Al encaminarse, una comparsa recorría aquella fría calle, al frente un féretro cargado por cuatro sombras, redondito y mamá en un hilo insoportable de lágrimas, el cielo no paraba de llorar y el, perplejo, no entendía aquella escena que corría enfrente de él, sus pupilas se quedaron tan alejadas.
En ese mismo punto, se regreso la película. Entonces a las tres de la tarde, el se miro postrado en el césped de aquel TEATRO DE LOS SUEÑOS sucumbiendo a un paro fulminante producto del excesivo amor a su trabajo, el silencio era como una fiesta a la que jamás te gustaría acudir, sus compañeros tenían la derrota pintada en cada palmo de la cancha, sus piernas estaban fracturadas y el talento era solo el ego menos importante.
Así quise escribir mi historia y ese sublime momento, pido perdón a mi bella esposa por no darle un último primer beso, me duele hasta los recovecos de los propios recovecos la falta paternal que tendrá el pequeño redondito, entiéndanme o no, fui feliz por que morí teniendo ganas de hacerle goles al arcoíris, por que un día no me volví tan fanático y entendí que esto solo es un juego, por que puso en mi tonto andar una princesa, y al más redondito de los redonditos mi hijo, mi orgullo.
Una ultima cosa… ahora entiendo por que el sol jamás salió, por que el día olía a melancolía, seguramente no era por mi, era por que la numero cinco se tenia que frenar en algún punto del mundo para siempre…
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
“Al acecho”
Despertó roncando para que lo escucharan los mariachis de aquel Garibaldi inolvidable, su dolor fue tan deprisa para no darle un mal rato, se encontró vagabundo de las malas noticias en ese instante y suplico al viento entrara en su sangre para drenar sus recuerdos. Fue una película en VHS la que le prestaron, fue la perfecta, la que observo por última vez.
Eran las 12 de la noche el reloj corría tan rápido como aquel corcel de hierro en el que iban montados, antes la fiesta estaba chula de bonita, con platillos, confetis y mucha espuma para manchar la ropa de cada uno de los invitados. El se llama Esteban brillante licenciado en el arte de litigar asuntos promiscuos e inocentes en ciertas ocasiones. Al otro lado el buen Julián un sociólogo enamorado de la vida con un croquis para comenzar todos los días.
Charlaron un par de ocasiones de vanidades estridentes, otras pláticas de familias, hogares y mucha gente, hablaron de tiempos, de espacios y de ligeros recuerdos recatados. Fútbol templo divino ambos saben que es así. El whisky dejo de ser Escocés para convertirse en necio mexicano pa´ no dejarse de beber, fue una botella y otra y otra mas, seguro fueron muchas mas.
Vienen volando por el asfalto divino, robando las líneas que dibujan el camino. La noche es tranquila, ermitaña tal ves, pero siendo fiel testigo de esta carrera en solitario de aquellos. Truena como cristal estrellado en mil pedazos. Frena derrapando para encontrar una vuelta; y ahí la casa con varios amigos bebiendo un fúnebre Bacardi blanco.
Algunos le dicen el vino triste, por que hace recordar cosas que duelen como espinas en los pies, porque dulcineas vuelven hacerse presentes sin que nadie las llame, por voltear cerebros para dejarlos boca abajo toda la madrugada. Es alegre también, por que no, mientras escuchas una canción de Juan Gabriel, o de José José, de Joan Sebastián, es agresivo; pues vocifera enfermedades del corazón.
Es hora de partir, con una forma absurda en su estilo de caminar, no guarda la compostura para decir desfachatadamente “ESTOY BIEN, VOY BIEN HOMBRE”, Julián vuelve a replicar -duérmete un rato ahora, en unos cuantos minutos te retornas como nuevo- insiste e insiste, pero nadie razona con unos cuantos tragos en el cuerpo.
Se despidió el señor Licenciado con un beso en la mejilla de Julián, un abrazo fue bien recibido por el sociólogo, tomo su caballo y se enfilo al destino marcado, a la fiesta de la que salieron instantes antes, 1…2.. 3 tienes Díez Esteban, hoy tenemos el honor de presentar al Licenciado Esteban Segovia, Esteban no toques eso, Esteban hazle caso a tus padres, sonríe Esteban.
Nadie sabe nada, no huele a nada, no pasa nada. Solamente se le tronaron las patas al corcel. Hoy llueve para los muchos que te recuerdan, hoy la noche es más obscura que un pozo sin fondo, hoy escribo un cuento de terror dedicado a los tuyos. Supongo debe ser terror puro…
Vida , solo un suceso…
Cielo
Àrbol
te quiero siempre
“Diarios de una red”
Entro por el potrero donde jugaba de chiquillo, encendió las luces, tomo los viejos botines, observo ilusionado aquellas redes intactas de una portería medio doblada por el paso de los ayeres. Se tomo su última revancha, su pelota redonda, su corazón cuadrado y su playera rota. Camino los 11 pasos reglamentarios, miro al cielo como desdeñoso se apagaba para no dejarle ver, no le importo aquello, la hierva crecida detenía sus pasos para no dejarlo ser el protagonista de esa historia.
Minutos más, minutos menos todo se detuvo, el aire era tan denso que podrías detenerte como todo un Búfalo en aquellas barcelonas inolvidables del 1992, se perfilo con la cara externa del pie derecho e invito a la bocha besar aquellos viejos hilos sostenidos por metales ancianos y despintados.
Festejo como hacia mucho no lo hacia, le tiro una ramberse de pipa y guante al sonido de la nada, pues se encontraba mas solo que un tulipán en el desierto. Se motivo diez veces tal como el número que siempre porto, recorrió toda la banda como los carrileros de antaño. Se sumo al ataque para un debut soñado con champaña y ron, con whisky y un poco de soul.
Parecía reinventar el futbol a distancia, compartía con el recuerdo añoranzas abandonadas en el pasado, once hermanos lo alentaban desde siempre y hasta el cansancio. Lo partía una inmensa nostalgia, lo detenía por siempre esa cancha para siete, para puros cuates. Allí donde conoció el festejo sin globalización, y donde la playera importaba un poco más que el mismo juego.
La vieja redonda de gajos desgastados, disfrutaba del encuentro demostrando su vuelo con efectos a la Roberto Carlos, respetándose con furia, alcanzando un sueño juntos, por que sin uno no existe el otro. Por que la rescato del retiro y la puso a rodar, alimentándola de gambetas suculentas.
Después… solo después gritaron ¡cambio! se agacho beso el césped, persigno su presencia y dijo hasta pronto. Para una amiga entrañable “la red”. . .
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
“CALLE LOS OLVIDADOS”
Se callo del sillón, entre la ropa de su padre encontró, jaló del gatillo, la ojiva destrozó el ojo izquierdo, perforo sus ideas y encontró salida, sangro de pronto, se esfumo por el mismo hueco. Ese torrente levanto el vuelo, mirar atrás nunca pensó; es mas, instantáneamente olvido quién fue en esta vida, olvido cuando cerro los ojos.
En mi país recuerdo cotidianamente coches del futro, surcan el cielo aves enormes de distintos colores, exuberantes insectos hacen ruidos. Caminaba por la acera de enfrente observaba el humo del ferrocarril que pasa exactamente a un lado del portón de mi casa, lo hace retumbar tan fuerte que en mas de una ocasión a terminado en el suelo.
La vecina gordita siempre anda tras Pedro su hijo de 10 años, tiene síndrome de down y una inteligencia formidable, le gusta que le cuente historias donde lo igual resulta ser tan normal que suena muy lindo y a veces suelo creerlo hasta yo mismo, son simplemente cuentos donde todos los tejados son del mismo color, el cielo tiene el mismo tono y el verde natural es maravillosamente encandilador.
Al final de la fastuosa colonia paracaidista donde vivo, una canción se repite día con día…A VECES PIENSO QUE TU NUNCA VENDRAS, PERO TE QUIERO Y TE TENGO QUE ESPERAR…así es “CAFÉ TACUBA” don polo el viejo que vive ahí susurra la canción todos los días, uno tras otro. El alcohol solo lo deja ver del lado derecho una catarata impide la visibilidad contigua.
Apenas logra observar el monto civilizado de una ciudad al revés se sienta en una esquina y toca la armónica sucia y rota, tan vieja como el mismo Polo. Aquella calle se llama “Valle de los Olvidados” tan adecuada para el miserable viejo. Dos monedas, una ficha, dos botones, nada para el anciano, el como te extraño desde el simple sonido de su instrumento.
El día calienta conforme el sol se pone encima de su cabellera blanca, no parece lo que fue ayer; ni siquiera recuerda el último minuto. Solo retumba en sus oídos aquel grito de gol detenido en su garganta, la caprichosa hizo honor a su bestial nombre para estrellarse sobre el travesaño y morir en las manos de un aficionado rival feliz por la pifia.
Hace mucho tiempo describí esa imagen del anciano que toca sentado en una esquina pidiendo una moneda, estaba recostado sobre los cartones que tiende mi madre para que mis tres hermanos y yo no exploremos la rispidez del suelo, mi estomago solo tiene los pocos frijoles que me tocaron de anteayer.
Trabajo en una esquina limpiando parabrisas, con suerte hoy puedo volver a probar bocado. Una ambulancia se acerca a toda velocidad; en la esquina de los olvidados una muchedumbre esta reunida, es ahí donde se posa la ambulancia el cadáver es el de don Polo le ha ganado el sueño, se le pasaron los litros de alcohol, esa armónica resopla las golondrinas.
Mañana voy a tomar el tren rumbo al fin del mundo quiero ver el jugo limpio del que hablan los que saben de fútbol, mañana rompo mi cochinito y tan solo con esa moneda pretendo empezar a erradicar desigualdad, voy a pintarme un diez en la espalda para ser el orquestador de mi multitudinario sueño.
A veces el sonar de esa armónica sigue siendo el mejor vals para mi colonia. Yo busco sacar esa espina y anotar el gol, con menos chanfle metiendo mas el empeine, con el cuerpo en una postura correcta para que la caprichosa sea dichosa y bese las redes del magnifico tugurio apodado estadio.
Mientras unos cuantos gozan de “gloría” otros sufren por regresar a tomar el lugar que les fue arrebatado, en mi corazón el blanco y el rojo tienen mas fuerza que siempre; el necaxismo vive y lucha como en la época donde el sindicalismo parecía iderrocable… aquel anciano hoy se parece mucho al Necaxa, en mi esta representada la identidad arrebatada a un equipo con tradición grande, tan grande que pocos tienen capacidad de entender…
Vida , solo un suceso…
Relatos de la memoria
Despertar
Mar
“DEDICADO AL INDIVIDUO LLAMADO AUTENTICO DECADENTE”
Y entonces el carnaval desbordo hasta el segundo piso. La faena retumbaba en cada espacio, en cada corazón; cada boca entonaba el VIVIRÉ POR SIEMPRE las manos arriba eran la unión de la fiesta, la resurrección de los muertos estaba apunto de aparecer. Preguntaron por LOS AMIGOS DEL CAMPEÓN, por RAQUEL estaban cantando ALLÁ EN LA MESA DEL RICÓN, disfrutaban de la verbena como nosotros.
La noche decadente suspiraba lentamente, era la compañera perfecta de una LUNA RADIANTE asimilando la perdida de una chica AUTENTICA. El tambor y el MURGUERO repasan el tango de Gardel para solucionar tanta melancolía de esta señorita noche. El viejo KINKI canto: SIGA EL BAILE, SIGA EL BAILE el canoso bailaba como todo un cadáver feliz dedicando el danzar a los suyos caídos ahí.
Aparecieron TODOS TUS MUERTOS, para exigir libertad, igualdad e ignorar a esa GENTE QUE NO los truncadores de esta patria. LA GUITARRA sonrió al cosquilleo del artista rasgando sus suaves y transparentes cabellos, no hay tiempo de parar; solo hay tiempo de cantar para olvidar tardes de agobio donde se encharca la imaginación con problemas que nunca van a desaparecer.
EL GRAN SEÑOR salto de pronto para encontrar los baños, no aguantaba mas, ¡cumbia! se escucho desde la cocina, el cocinero hacia una rumba con ron blanco, la bebida nuestra fue whisky, pero dominaron la cerveza y el tequila, las velas como arreglo fueron la luz eterna de todos los difuntos; los invitados especiales.
Me la pase BESANDOTE, dándote mi CORAZÓN, tejiendo un regalo, saltando por tu espíritu y tu caprichosa situación. Te brinde estrellas para adornar tu bello rostro, compartí mis miedos y una lagrima por tu despedida cada que el sol te quita protagonismo y alumbra tu pesada obscuridad. SOMOS LOS PIRATAS, haces dejar nuestro mundo para revivir el tuyo. Eres la reina de ciudades sonámbulas y polifacéticas.
Recuerdo que me presentaron a UNA CHICA DEL SUR bellísima, casi tan preciosa como tu. Los kilos de este alcohol nublaron mi vista, pero solo de mi tercer ojo; ese que escucha COMO LA ABEJA EN LA FLOR se posa para alimentarse, para ser una misma. No lo sabes, tal ves son situaciones mañaneras no importantes para ti.
Eres DIOSA pero sabes, hoy dejo enteramente solo mis sueños a tus servicios, retomo un poco de mi vida, de los míos, para regenerar heridas de una batalla casi a diario por culpa de tus encantos trasnocheros. No dejo la murga, vivo y como de ella. No te aflijas mi linda compañera en otra ocasión y sobre otro escenario saldrá el loco decadente a cantar en memoria de los que hoy te acompañan, esos que se fueron para siempre contigo.
Vida , solo un suceso…
“FUTBOL EN ROSA”
Apareció en la cancha artificial para manejar mas que una ventaja, “SU SUEÑO”, el desentendido balón replicaba en todas direcciones gritando ¡esto no es para mi! suplicándole al señor de negro detuviera aquel martirio. Se escucho un pitazo, alguien grito ¡se a ponchado el balón! entro un camillero por el cuerpo descosido de la pequeña blanquita, jamás se detuvo su sueño.
Se sentó, la observo por largo rato, su mirada estaba desmotivada, era su primera pelota, aquella que le regalo su padre como a los cinco años. Al mismo tiempo comenzó a platicar de sus vivencias juntas, como aquel equipo a los ocho años de futbol rápido llamado frailes o, el espacio reducido entre la pared y su ropero donde le guardaba un lugar especial.
Todas esas andanzas que vivieron, la blanquita exhalaba como si de verdad la estuviera escuchando, le agradecía también por mostrarle al caballero rayo. Ese corazón valiente que revoluciono la historia del futbol y le dio cadencia preciosa a cada centímetro de la cancha, por crear extraterrestres con forma de Ronaldinhio y Rafa Márquez, sus vigentes estereotipos de cómo se debe hacer futbol.
Así transcurría el tiempo, esta menudita central…esta menudita central que todos los días se come la media luna del área grande para nutrir su esfuerzo, también la comparo con el planeta, le susurro algo por uno de sus gajos ya desvencijados, le dijo: en este instante eres como el mundo estas ponchada y no puedes rodar más, es que te han pateado demasiado.
Le recordó por supuesto como es que la hizo llegar a esa instancia sentarse en esa banca y mirarla por el retrete del olvido, por que seguramente ahí es adonde quedaría nuevamente, comento: llevo siete años pateándote, siete largos campeonatos jugando para los borregos del Tec. CEM con dos campeonatos nacionales, gracias de verdad por darme tu entrega y hacerme protagonista.
Gracias por que hoy miro al cielo y puedo ver aún más allá mi futuro en las relaciones internacionales, gracias por dejarme tocarte aunque mis tachones fueran de mujer y demostrarle a una sociedad machista lo que es un atleta de alto rendimiento. Tomo la casaca con el 3 tatuado en la espalda ingreso a la cancha y disolvió contraataques con sobriedad, como gente mayúscula…
Hoy Brenda Monroy es la ganadora del borrego de oro por ser la más destacada tanto en el estudio como en el deporte de las patadas. Brenda es disciplina, pasión, garra, yo que la conozco se que el amor no le ha llegado por su estilo tan sutil para defender la portería, su corazón. Estas líneas son dedicadas para ti mi queridísima central por amarme a mí y a mi templo, “El futbol”.
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
somos lo que nos detiene
Libros
Mi necio esquivo
Ceramista Neroverdi
Aquel apenino que se levanta ancho aun lado del panteón fue alguna vez mi escuela, era mi época como estudiante de secundaria la que vivi contento recorriendo diariamente y de Lunes a Viernes aquella tremenda montaña para encontrar el Instituto Emiliano. Es el 96, uniforme de gala y zapato de charol, adquiría la filosofía de un dialecto que se convertía en religión y comunidad; era el ímpetu de una región muy católica como lo es la Emilia-Romaña en la Provincia de Modena Italia.
Es ahí mismo donde el candor del sol siempre llegaba más rápido a saludarme por que le caía bien, todo se divisa mejor y la calma se insinúa por el corredor, las aulas, el pateón, la pequeña cancha de futbol; que también es de Basquetbol. Ahí comenzó con fuerza la rutina de saberme fan más que siempre del balompié, es ese instante el que perdura y hoy asciende como lo hizo el modesto Sassuolo desde la serie B.
Cuantos años después me pude enterar gracias a mi forma de querer saber lo que no es importante para muchos. No es famoso, y sus hombres no cimbran un juego tan lleno de artilugios; los “verdinegros” pertenecen a una industria selecta como lo es la producción de tejas, el complejo industrial de cerámica es donde habitan y pulen un futbol de mucho esfuerzo y dedicación.
Sassuolo ascendió el 18 de Mayo del 2013 a la seria A del Calcio italiano, Simone Zaza fue el primero en marcar un gol en la categoría máxima para el equipo Emiliano en la derrota como locales ante el Livorno por cuatro a uno. Zaza fue su alfarero más atinado, con goles ante Napoli y Lazio logro en aquella temporada para el benjamin igualadas históricas.
Es la squadra de la cordillera la que me puso en el transporte escolar de regreso al apenino. Es la gloria del recuerdo la que me hace estallar de alegría cuando gana su primer partido en serie A como local ante Bolonia por dos a uno, es la misma emoción que me impide olvidar que soy Sassuolo… ceramista Neroverdi.
"Dedicada para aquel grupo de chiquillos que conquistaron una gran epoca"
por: cerdoinculto

¡CUANDO TE VUELVES LOCO!
Me mantuve distraído sobre la butaca 12 del generoso manicomio, me mantuve apagado, no escuchaba los latidos de tus ojos, fuiste redonda casi un año, blanca por más de tres siglos, combatías dragones y te mirabas en el espejo roto de mi cuarto. Me arruinabas fiestas, amigos, encuentros, me tirabas cosas importantes.
Eres regordetamente vanidosa, blanca sensación para embriagarme por ti, y llorar, y existir; para motivarme, para salirme de mí, para besarte en seguidas ocasiones cuando me encuentre aniquilado de tanta soledad acompañada de una sinusitis tan alérgica que me enferme de repente y sea hipocondriaco de todo lo que te sucede a ti.
¿Eso merezco?, ser tu sana diversión, tu porrista disléxico, soy el chillón de allá arriba con cabeza cuadrada y corazón al revés, de playera sucia con vivos de lodo. Soy el mismo tonto que te arropa cuando tu actuación fue mediocre, soy ese hilo que remienda tu herida por donde se escapa tu signo vital EL AIRE.
Me dijo: -estas pálido, no es nada conteste, solo es el brillo del sol que no me deja en paz-. Insistió, -de verdad no quieres un refresco, un dulce-. Estaba perdido, desmallado, estaba con el corazón a más diez y sin frenos. La porra se tiraba un vals alegre para festejar al ganador, al descarado contrario que le pinto la cara a mi equipo.
Fue ahí: minuto noventa y cinco se acabo, era el último esfuerzo, la última barrida, pero no. Maldita la hora en que dejaste votar la pelota en esa luna malvada; que poder, cuanto talento en ese solo 19, disparo y desfundo mi portería, maldito el portero que solo es bueno como cobrador de su edificio.
Todo se disparo en cámara lenta, haciendo zoom back en su mano. Tenía furia en ves de dedos, un palo en ves de manos, era un robot dispuesto a matar, a sentenciar y luchar por lo que cree justo. Retumban tambores, llueven sirenas, golpean miradas, se comprime el silencio. Se convierte en el ¡piiiiiiiiiiiiiiiii! como si estuvieras muriendo.
El epitafio dice: Señor doce hoy un día de tantos poncho el balón de un cabezazo lleno de ira, de rabia. Se pego un pique hasta la otra portería para demostrar que jamás podrá ganarle a nadie, SEÑOR DOCE hoy lo tenemos metido aquí en el hoyo. Solo una cosa más, de este nadie puede escapar, ni la misma muerte.
Arriba era un espasmo de inconsciencia, “me volví loco decía por dentro, es un sueño y me pelliascaba la lengua”. Me elevaba como globo que se le escapa a un niño de las manos, era livianito, era nada más que nada, luego sentí arder, ¿luego desperté o no?
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
“Se razón…Click al recuerdo”
Fue desde el pupitre de aquel salón cuando te vi pasar; los guantes blancos, la boina de lado, el blazer azul de gala, y tu demandante sonrisa desarmaron mis sentidos. Era lunes de homenaje a la bandera, lunes de flojera para escribir y aprender a sumar cuando matemáticas es la primera clase del día.
Entonces deje la inmensa mochila sobre mi lugar y me dispuse a bajar a entonar el himno nacional, el cuarto para las siete de mi reloj me pedía acelerar el paso para llegar pronto a la formación con todo mi salón, mi sorpresa fue ser el primero, no había nadie; bueno en realidad siempre baje temprano para verte, que no me tapara nadie...
Entonces platicabas con tus amigas reías de las cotidianeidades del fin de semana, del programa o serie que mas veías, del chico que te volvía loca o solo te aceleraba el corazón cuando lo veías pasar… pero entonces yo seguía observando tu perfecta figura, con eso tenía controlada mi vida lo juro. Eras la perfecta forma para comenzar la semana.
Debajo del brazo lleva una gordita de curvas despampanantes, tan blanca como la nieve y tan caprichosa como la nena preciosa, era mi redonda la que se tira un ballet dentro del rectángulo verde, la que roba suspiros y te hace soñar con cada rodar. No importaba si era tiempo de gala o un jueves de educación física, lo trascendente era tirarte una chepa en medio de tres y de tras el arcoíris lleno de redes para inflarlo de virtudes transparentes.
Naturalmente para aquel muchachito blanco el sonar de la campana para salir al receso no se parecía a las otras; esas que sonaban cada cambio de clase. Esa del receso tenia una melodía de futbol y musa, de cascara…
Rápido toma la redonda y sabe cual es su equipo para echar la reta, pero antes espera unos segundos para verla pasar, el aire contiene partículas de ese perfume a flores, a tulipanes; eso…eso mismo motiva al nene para tomarla desde media cancha y no soltarla, para reconstruir una escena bien maradoniana y concluirla bien mexicana con el balón del otro lado de la barda junto a una tumba vieja y descuidada.
Cuatro mil seiscientas cuarentaitantas hora transcurrieron desde ese balonazo que paso lejos del marco, y que dejo de ver a la preciosa niña, para ser exacto poco más de diez años, entonces el destino el señor galante que viste a veces de guardaespaldas puso su fotografía en el monitor de su computador. Le escribió un mensaje, no esperando nada simplemente saludarla; pues encontrar a la niña de la que se enamoro por primera vez era de verdad una sorpresa de esas que la vida no regala muy a menudo.
Desde aquel momento el tuvo noches de alarido puso a rondar su cabeza con recuerdos, ella contesto y juntos echaron su mente para atrás, le fue sincero y declaro su amor; ese que jamás a dejado escapar, el teclado y la pericia fueron perfectos para desaparecer tanta distancia que existía entre uno y el otro.
Pero jamás despegaron los pies del suelo, solo imaginaron cosas lindas en un futuro inexistente para los dos.
Si me permites contarte esto, el en alguna parte de las charlas si despego los pies…
Ella tomo sus noches su teclado y su computador y le dio un click para bajarlo al nene, el apago su mente y aunque duele aun agradece por no dejarlo despegar mas que unas cuantas noches deliciosas de tremebunda melancolía y atardecer del tiempo…por que aun la recuerda y antes de dormir hace una oración por el pequeño tulipán, por la nena linda.
Ahora cuando apagan la luz el sonríe y recuerda aquel momento cuando sus ojos la vieron por primera ves, su risa exclama y retumba cada instante en su corazón… la vida esta llena de cosas espectaculares. Una historia se escribe mientras otras tantas están por comenzar...
Vida , solo un suceso…
PARADOJA
sazonando color
“EL VERDI PERFECTO”
Una hoja en blanco es un buen pretexto para pintar con crayolas historias grises, darles ritmo y continuidad sobre la memoria vetusta de los que caminan por un rectángulo, una duela; esos que se comen yardas mas rápido que el viento, aquellos rompe records. Aunque algunos suelan ser de plástico y se vistan de gloria con los ojos tapados.
Cuando un país explota de carencias en todos los sentidos, desde el punto mas recóndito de la gran masa llamada “URBE” surge la niña de blanco con bastón en mano, joven de pelo castaño y muchas pelotas trasciende y cruza mas que dieciocho hoyos para alcanzar las elites del deporte para ricos…el golf.
El talento no es adquirido nació con estrella, a temprana edad el buscar nuevas fronteras hacen de la chica salir del traspatio y sentarse en la alacena con los patrones, buenos modales de siempre no sirven, habrá que refinarlos para caminar muchas leguas dentro de un campo donde las pelotas viajan a mas de 50 km por hora y el objetivo es tan pequeño como el picaporte de una puerta.
Es el sentido de este deporte, de su vida misma, observar a las grandes para llegar un peldaño más arriba, no teme derrumbarse pues la serenidad y humildad la tienen atada al piso. El señor de la tiendita puso en ella toda su fe; bueno casi toda. El patrocinio llego pronto y como la espuma creció con el arte de la responsabilidad y el toque adecuado para no caer en la trampa de arena.
La joven sueña despierta para no perder el rumbo, en cuclillas observa meticulosamente cuan difícil fue llegar desde el primer hoyo hasta el que parece ser el ultimo. Pero lo juega con inteligencia, acercándose a su cadi para toma la mejor decisión y el mejor palo para terminar la obra.
¿Cuantas obras deja?, ¡mm! no lo se, ¿cuantos records rompió?, Tres años de ser campeona la dejan actualmente como la mejor, como la única. Hoy toma la decisión de retirarse, de formar otros sueños en otras latitudes, crecer como persona y quitarse la deportista por un día, un mes, un año…una noche tal ves; eso solo lo sabe ella.
Se retira para no odiar lo que le dio tanto…se retira y es entonces como el verdi perfecto aparece y no es sobre un campo de golf. Simplemente es perfecto por que entiende cuando como y en donde debe concluir un estilo de vida para comenzar con otro juego perfecto, con otra forma también de complementar su vida…gracias.
Vida , solo un suceso…
sombras
“EL SUPER PAÑAL”
Te compras un vestido, unas botas, un sombrero azul, una noche apagada, o un sueño desvelado. Alumbras un recuerdo, un segundo, o un frágil segmento. Le pones pausa al llamado “NOSOTROS”, te pones irreal para despistar a tus sentimientos, muestras otro rostro y casi ni te reconozco. Bueno, ni siquiera tú puedes encontrar a la que fuiste; sabes que no es lo correcto, así eres, nueva hasta de lo nuevo; SERA QUE YA NO ME EXTRAÑAS MAS…
Fue la ultima carta que escribí para Andrea, la menudita de los ojos claros, esa chica de pelo desordenado de la que un día se me ocurrió enamorarme. Todas las mañanas a eso de las 7:30am me levanto para entrenar fuerte, allá en el club donde se forman los mejores jugadores de este país; lo decía mi padre muy a menudo con un orgullo desbordado hasta la esquina –DEBORA LAS CANCHAS, FRACTURA TUS PIERNAS Y CUANDO SOLO QUEDE NADA MAS QUE UNA DERROTA, LEVANTA LA CARA Y MUERETE EN LA RAYA FINAL- supongo siempre fue así, arriesgado hasta el final; pero a el le cortaron las alas, le cortaron tiempos y muchos futuros. Esta frustrado de golpe y porrazo.
Ahora bajo tierra como treinta mil kilómetros, contando otra historia supongo yo. En fin, no me gusta entrenar, no entiendo el futbol con disciplina, no me gusta que me griten, nadie manda en la cancha; no hay estrellas y no hay una C de capitán. No hay mas fut que el que se tira en la calle con los amigos, con dos piedras como porterías, 15 contra 15 y si se nos antoja 16 y un poco mas.
Gol para, un portero y cincuenta mil corriendo para lograr un solo objetivo, fusilar al que resguarda. Soy llaneramente futbolero profesional, alguna ves llegue a tirar 25 trayonasos seguidos; hoy apenas si puedo con mi alma, seguidamente como banca en cada partido. El señor director técnico apunta con el índice todos los movimientos, es el quien manda.. . ¿ES EL QUIEN MANDA? no lo creo; mas bien dicta ordenes, no lo se, me aferro a seguir buscando otras respuestas, hoy somos el penúltimo de todos los equipos, vestimos fúnebremente y se nos olvido la diversión en el lavabo.
Es por eso, como dicen algunos, nuestra mala actitud acaba con el mismo destino de este club, la misma y repugnante soberbia que mostramos al creer que somos superiores nos ata de pies a cabeza, nos borra la memoria y se nos olvida como patear un balón. Se nos olvida el sentido mismo de jugar, ¡DE JUGAR!!… me da mucha bronca tragar banca, cobrar por nada y ser suplente de aquel cono que ponen como delantero; esto ultimo lo peor.
A veces busco sacudir mi mal momento comiendo palomitas allí sentado, mis compañeros me miran con extrañeza-ESTAS LOCO, COMO PUEDES COMER EN EL PROPIO PARTIDO, POR ESO NO JUEGAS, ADEMAS DE SER MALISIMO, TE PONES COMO PUERCO CADA VEZ MÁS- son cosas que no tienen sentido digo yo, no voy a jugar; el muchachito que manda no me toma en cuenta.
Lo que llama mi atención es por que sigo siendo convocado a cada partido-HE CHAMACO VAS- hasta se me cayeron las palomitas, me quite rápido la sudadera, me puse a calentar. Ya estaba listo ¡CHANFLAIN RAPIDO AQUÍ, DALE PAÑAL! y ahí estoy, jugando nuevamente desde hace como un chorronal de minutos, o días, semanas; en fin -SE VIENEN VENTICINCO CONTRA VEINTICUATRO, PAÑAL CON LA PELOTA, LA BAJO COMO DIOS, ACUNANDOLA EN SU EXTENSO PECHO. EL CHAMACO SE PUSO EL CHICLE EN LOS BOTINES, LA LLEVA PEGADITA, VA CON RIZZO, ESTE SE LA DEVUELVE DONDE SE DOBLA LA CANCHA, METIO SEGUNDA, METIO TERCERA, CAMBIO DE JUEGO PARA ALEX… NUEVAMENTE LA PARED, PAÑAL Y SUS GAMBETAS ¡UFF! CAÑO SOBRE EL GRANDOTE “17” RABONA PARA AVILITAR AL NEGRO QUE LLEGO A LINEA FINAL; CENTROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO GOL, GOL, GOL, GOL, PAÑAL, PAÑAL, PAÑAL, BIENVENIDO.
Es mágico mi rey, sientes ternurita, bueno a mi se me revolvió el estomago, de pronto las palomitas se presentaron en el césped, caramba los médicos pidieron mi cambio ¡nooooooooooooooooooo! grite, era muy tarde; se termino, en menos de 5 minutos estaba en la banca nuevamente. Y no fue un sueño, bueno si como un sueño, no lo se; lo único importante es que nuevamente retorne y demostré como se lleva de la mano y con suavidad a la chonchita. Esa gordita que se derrite si la tratas bien, así fue el penúltimo remate para inflar la red… para inflar mi sueño.
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
tu boca,mi vicio, la nada
VOLATIL Y bANAL
DESPERTÉ
Fumaba un puro demasiado extraño para ser viernes, con olor a menta de los sesentas, escuchaba a la orquesta Mondragón, el corazón de neón entreveraba ideas y el humo subsecuente de golpe las quemaba. Y sin más explicaciones proferidas de su oblicuo sentido del habla me recito –este cd autentico y piratisima de la mondragón no lo encuentras en cualquier puestesito; don chui se encarga de armarte lo que le pidas ¡discaso! enserio, discaso- solo agache mi azotea.
Me despedí del otro lado de la baranda haciendo muecas irreparables de felicidad – por fin me voy de este cochino y asqueroso lugar- el vuelo me esperaba del otro lado del aeropuerto y faltaba poco menos de veinte minutos para abordar. Tome la barra caminadora y apresure el paso olvidando ayeres pusilánimes y apestosos.
Desde la ventanilla del avión se moría toda perspectiva de aquellos lares por donde alguna vez recorrí con mi carrito de pedales aceras, calles y callejones. Despacio, se quedo muerta, obscura y triste debajo del tren de aterrizaje del majestuoso volador ballenero, me ponía feliz. Las explicaciones por si nos llegamos a perder entre las nubes siempre salen a la vista, son tan repetitivas que el sueño me gano antes de poder si quiera concebirlo.
Desperté no se cuanto tiempo después, solo recuerdo las punzadas en mi brazo, el ruido en mi cabeza desorbitaba mis ojos; los dejaba inyectados de sangre. Mis sentidos se perdieron por un segundo pero el precioso olor otoñal de la rubia azafata motorizo la locura vanidosa que vive en mí- llegamos señor- melodía de arrabal profanada de su lengua.
Al tomar el túnel para buscar mi equipaje solté la rienda desangelada de mi vientre y el aire atorado dio un vuelco para difuminarse en este nuevo lugar; para que esos aires se entremezclaran con los míos, se conocieran, para darme confianza y saber que lo correcto no siempre es lo mejor; pero te sientes libre, respetado… GENTE otra vez.
No entendía una sola palabra, japonés, chino, tailandés no; ruso quizá. De cualquier manera existían flechas con un símbolo debajo en forma de coche, deduje enseguida la idea de un taxi. Dirigí mi andar lorenzo, siguiendo cada una de las flechas para encontrar algún transporte que me llevará a buscar un hotel; aunque si mal no recuerdo cuando aborde mi nuevo destino jamás me paso por la mente escudriñar cual podría ser este.
El orden para abordar un vehículo es plausible, nadie intenta meterse, todos con ticket en mano. Llego mi turno, allá voy, no recuerdo haber exclamado algo, simplemente se esforzó un poco el taxista para preguntarme en castellano como Dios manda que si era foráneo- supongo, no si, por desgracia vengo de un bote lleno de basura a pulirme y robarme buenas costumbres, se me llegan a olvidar- el sarcasmo de mi respuesta no tuvo contestación gestual en aquel hombre, solo movió la cabeza horizontalmente.
Y sin más al doblar la esquina todo era de papel mache, las casas en blanco y negro tomaban un detalle supernatural, no comprendía pero me gustaba cada espacio. Era nuevo, limpio, con olor a margarita, resanado; era. . . como un libro de Villoro de Borges, había encontrado el sitio para vivir sin prisas, con orden entre mi ropa y las demás personas.
Era tan espectacular que me deportaron como a todos por viajar de polisón -órale cabrón ya llegamos y usted se subió sin pagar, son doce cincuenta no se haga el pinche dormido- si, desperté, en realidad vivimos una diabólica cotidianeidad; vivimos uno tras otro agarrados con el hilo de la envidia y mediocridad. Vivimos simplemente sin protestar.
Vida , solo un suceso…
“EMANUEL”
Entonces un maldito día decidió colgar su vida en dos botines viejos, tenia como 13 cuando en el barrio lo descubrieron haciendo goles entre flores de distintos colores. La manera de encarar era digna de porta-retrato y para llevar, su rostro sonriente describe la felicidad que da jugar con el balón.
Emanuel es zurdito de profesión, baila salsa con su madre para matar el ansia y toda esa potencia que carga en el pecho. De cabello rubio como el sol, ama el rojo y el blanco los colores de los electricistas del Necaxa; así es, la vieja guardia necaxista. Esa que le da sentido al puño en lo alto y grita con convicción.
Su madre es maestra del colegio donde asiste Emanuel, blanquita espectacular de cabellos negros y ojos tan limpios que reflejan sueños de otro mundo. El nene es bastante celoso de su madre y con bastante razón, lo único que le interesa a Emanuel es el balompié. Los que le conocen dicen que nació con la redonda en las manos.
Una tarde y recién los catorce encima de él, de manera repentina se acercaron al chico y preguntaron con firmeza ¿Te gustaría probar para el equipo albirojo? No lograba entender bien el sentido de lo que decían; asintió con la cabeza más no con el pensamiento. Le entregaron una tarjeta con ocho números-AHÍ PUEDES MARCAR Y PREGUNTAR POR NOSOTROS- de gesto serio en la presencia de aquellos el chico no dudo en ningún instante de la propuesta.
Al llegar a casa severo pone su mejor ladrido para recibir al nene, es el consentido del cachetón, del babotas. Emanuel calma la felicidad del mastín color miel que siempre lo recibe con bombo y platillo. Se sienta justo en frente de el y cuenta la propuesta a severo, un ladrido rudo provoca la explosión de carcajadas de Emanuel repitiendo que el sueño puede hacerse realidad.
Corre el minuto 17, ya son diecisiete años, Emanuel cobra un tiro de esquina, la pelota cierra justo, el gol enciende ojos cargados con muchos billetes en la maleta, han descubierto al pequeño, le han trazado su vida y un estilo; el éxito no tardara en llegar. Emanuel no se olvida de lo que importa en este mundo. El respeto por si mismo se desmorona si te cegan los ojos con muchos billetes verdes.
Allá justamente donde se termina el tiempo y continua la vereda juega mi hijo, alguna ocasión tuvo el tiempo de decir te quiero, te extraño…maldita la hora en que se fue para cambiar por una maquina de hacer dinero, el talentoso chiquillo que jugaba solo por diversión se ha convertido en una cosa, una herramienta para el fútbol.
Se le termino pronto el cuento, un suspiro tuvo más minutos que la carrera misma de Emanuel. Recién los 20 cumplidos el “generoso azulito” dejo sin posibilidad al chico, al medio tiempo la carnicería era brutal, la imperiosa necesidad de seguir mostrándose para Ema lo era todo; en puerta un mundial, había que terminar el cotejo como fuera.
Esas ganas de mostrarse fueron el consejo menos adecuado que pudo tener. Le infiltraron el alma, el corazón, la mente, termino de pie para salir con ruedas, ruedas de las que jamás se pudo separar. Hoy Emanuel vive en el corazón de su madre y cada que respira el coloso, parte del chico regresa para gritar con fuerza el tanto del equipo en turno.
A los 30 el gran zurdito perdió la batalla por un malestar en los riñones…
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
“EL GRAN BLANCO”
Se había escondido de escribir sobre el viento, en aquellas olas intempestivas violaba el sonido a sus oídos de la marea agresiva azotando al pequeñísimo marítimo entre agua y mucha agua. Navegábamos sobre ese charco llamado océano sin brújulas, libros ni pendientes por delante, solo el atisbo de encontrar soledad bajo esa lámpara que no se apaga; esa que se acuna sobre el cuarto menguante plateado.
Muchas maneras de explicar lo que sucede en un pequeño barco serían simplemente despilfarros o pérdida de tiempo, se me ha olvidado el bloqueador solar pero no me interesa, mi asiento estrecha una sombra para mi. Taconeando el agua con mis dedos percibo la sal entumecida sobre su claro azul expandido a lo largo de su preciosa escultura.
-El hombre frente a el con gorra roja suda demasiado e inunda la pequeña embarcación con tan solo mover un dedo- en el fondo de este gran chorro de agua mojaremos más que nuestras ideas para encontrar algo, un rubí de color, un farol sin tinta, una estrella caída por los cañonasos en las Malvinas; no lo se, simplemente han ordenado sumergirnos aquí mismo donde el tiempo se detiene.
Precisamente allí donde aviones y pelotones inmensos desaparecen sin dejar un chiflidito, o una nota de se busca. Por la mañana cuando desperté la migraña volcó el lado chueco de mi cara; al observar mi rostro repetido sobre el espejo decidí ocultarme bajo las sabanas de mi cama individual.
No era tiempo de trabajar, ni siquiera de pensar lo que más tarde podía suceder, lo difícil, las complicaciones y adversidades. Las horas transcurrían lentas, como si andaran en un rollsroyce descapotado y vetusto, sin demora de saber lo que han dejado atrás; o la historia escrita en cada segundo.
Mi casa es un pedazo de corcho con cosas sobre papeles, basura, ropa, aditamentos y platos sucios de tanto ahorrar agua. El desorden no me afecta, por el contrario me reaviva y justamente hace trabajar a mi mente para buscar debajo de tanto desbarajuste, la resaca del viernes a dejado en mi solo las sobras de huesos y alma, al parecer soy un adicto al alcohol de botella ancha.
Ya en el punto exacto el traje de buzo ochentero se apego al libreto que estábamos por descubrir cuatro marinos y yo. Nuestro capitán atiende un libreto vago, desesperado y bastante tendencioso, hemos de recorrer el mundo ahogado que vive en el fondo junto a los peces, moluscos y demás.
La escalinata con tres peldaños reposa justamente de lado derecho del barquito, soy el primero en descender para observar, para encontrar un mundo natural, un planeta alocado y extraño; pero sin duda excitante. Jamás me di cuenta donde quedaron mis tres compañeros de expedición, al ingresar al fastuoso holograma una luz maniato mi cuerpo para hacerlo sutilmente manejable; suave como la seda de una telaraña.
Cuando por fin pude regresar del extraño letargo, lo único que podía notar era una obscuridad solemne de esas que erizan los calículos corporales de un solo golpe. Un chillido entumeció mi frágil cuerpo; entonces de pronto una aspiradora enorme sacaba toda el agua que se encontraba ahí, no la podía ver pero mi sentido mojado asintió tanto que me hice pipi.
La contrariedad vino, de ser tan obscuro aquello una luz pego de pronto. Mi sorpresa fue mayúscula al verme de pie sobre una enorme lengua y rodeado de filosas cierras, una voz adulterada pronuncio mi nombre, dando vuelta sobre mi eje intente encontrar aquello extraño que mi nombre pronuncio.
Pegue un grito cuestionando, pero solo el eco acompaño la respuesta nula. La gran lengua se contrajo como escalinata en reversa, me atraía supongo para verme de cerca, la obscuridad arropo la luz y solo sentía como me movía en dirección a la nada.
Se detuvo, un hueco abismal apareció de pronto para hacerme caer cientos y cientos de kilómetros al fondo. Sentado, frente a un tumulto de gente acechándome con la mirada matinal de un jueves me encontré en escena repasando un parlamento estudiantil; ya recuerdo, aquel que de niño en la primaria jamás pude aprender.
Me quede huérfano por decisión, mi única familia eran las alusiones que hacia de héroes desconocidos pero grandiosos para mi. Nunca tuve la oportunidad de socializar pues a mi madre le parecía una perdida de tiempo, quién podría aceptarme tan raro como era; eso ella decía, mi dislexia me permitía anticiparme siempre al cerebro y las burradas al revés siempre aparecían.
Al pisar la escalera para sumergirme, el gran blanco embistió desde el ruedo azul intenso para destazarme y alocarme entre sus garras dentales como un trapo viejo. Es así como aparezco contando una historia sobre esta grama bendita para mí; y digo bendita por que ahora soy feliz.
Vida , solo un suceso…
Mi fútbol, mi pelota…
El no existe sin ella, no hay ballet, no remata y mucho menos la frena, no hay ejecución ni chiflido desde el córner; el fuera de lugar se queda quieto y las tarjetas solo existen para apuntar notas con otros argumentos. La caprichosa sabe que es famosa, por que las miradas la persiguen en cada palmo del terreno… de la cancha.
Gira en el sentido correcto e infla las redes del gran hervidero, la redonda algunas veces es a la antigua blanco y negro, estrafalaria cuando sale de luces o de amarillo, naranja o un rasado extremo. Ella es la protagonista de sueños, hace grande las virtudes de un extraterrestre que revoluciona el fútbol a mil por hora.
Ayer me preguntaba si el color de este balompié nuestro existía solo en el retrete da las mentes que gozan del buen espectáculo, cundo un artilugio explota en el extremo mas corto de aquel rectángulo las pupilas se dilatan y no lo puedes creer, entonces no sabes si es como en la película “CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE” que solo por la pantalla es posible ver eso.
Eso, eso mismo es fútbol, la expresión de cumbia en tu corazón que levanta el alarido del más apático. Provoca un aplauso en el mismísimo Bernabéu aunque el rival en turno se vista de blaugrana. No hay brújula para encontrarlo tan lejos, en los barrios recónditos, en una cancha para siete, en un fut tenis encuentras alegría y entrega.
Mi corazón es amateur, se muere con el escudo de frente al sol, calla el burocratismo para imponer el idealismo, compara lo de hoy recordando las vivencias de aquellas tardes perdidas en un partido de ocho goles… es fantástico. Hoy esto es solo una mala edición de una película grotesca, este fútbol nuestro frena a un país cuando lo han dejado sin comer.
Camina y engrándese bolsillos cada día mas obesos de tanta ignorancia por este lindo deporte, hoy lo mediático abusa de lo artístico, las cortinas de humo ensordecen al mas despierto, hoy nada detiene a esto exactamente por que el fut se les olvido en el cajón de las medias sucias y rotas por el paso del tiempo, del ayer.
Mi fútbol y mi pelota no los presto y ni siquiera trato de compararlo, lo que me inculcaron se queda en la maquina del recuerdo que echo a andar cuando me paso buscando explicaciones tontas del por que no funciona un grupo de once cuando salta a la cancha. Esto es lo que provocas mi querida cenicienta, eres esa blanca sensación de bienestar cuando te ponen a rodar. Le robas aire a la vida y así inflas tu presencia, es así como engrandeces al fútbol nuestro de cada acontecer…
por: cerdoinculto
viajeros
“RECUERDOS PARA NO CRECER”
Son cosas que se quedaron en el tintero, en el corazón; cosas que nunca te pude decir. Recuerdos, memoria del infierno. Aquel joven parado frente a la foto más pequeña es el creador de tan maléfica exposición, se llama LEINAD, su cuerpo escurrido y marcado anuncia las desvelada vida callejera que le ha dejado la mala influencia, la pequeñez de su mente sucumbiendo al deseo de muerte.
Eran como cuarto para las diez de la mañana del veintinueve de Febrero, sus tenis con placas incrustadas en las suelas pedían un barandal para violarlo como surfeer callejero. El pantalón caqui gris, el reloj de mano inmenso, su bolsa de lonche con una manzana y un sándwich de mermelada con cajeta los lleva como cual vaquero amarrado al cintillo por donde desborda el cinturón que ajusta sus sentidos de chamaco indecente en secundaria.
Leinad es un macaco insultante, y toquetea a las niñas con solo verlas, el rechinante tic en el ojo derecho es señal de la tremenda calentura en su mente, la rubia de calcomanía con apenas trece años lo vuelve poco menos que loco. Para ella el es un condenado al exilio con dotes de ratero en potencia, lo llama cabeza hueca y lo insulta mirándolo racista y despectiva.
Pero ahí estamos todos, yo con ellos, sentados en las escalinatas de sementó que conducen a los salones de música y tercero de secundaria respectivamente. Yo soy el de la guitarra con fleco de pitalla color cereza prendida, tan flaco solo por que Dios lo quiso; ahí mismo el enano, el huero, el chimuelo. Laa procesión gondolera mal portada y dicharachera de la secundaria.
Miramos a Leinad abrochando el espagueti que anuda su memoria y también su teni color negro, coreamos un ¡URRA!! tamaño cielo para motivarlo, para decirle cuanto es que admiramos ese andar tan atrabancado y banquetero que tiene al caminar por la vida. Al parecer todo le disgusta, su sombra es la propia encarnación de la discordia; pues ni siquiera ella se hace responsable de tales actos.
Un día de Octubre entre el retrete y un mingitorio el macaco era peor que locomotora, ese humo denso por encima de sus entrañas alardeaba carcajadas engorrosas empujadas de su rostro infernal. Sostenía su mano un churro tamaño familiar, mientras sus ojos destellaban brillos inundados de tristeza y soledad, un cuchillo y el apuntaron firmemente mi presencia; entre sollozos murmuro el rijoso destino. . . la danza obscura del apareamiento entre la vida y la muerte.
Murmuro el deseo para poder salvarse, pero patinaba su imaginación ya entre un charco de sangre, su boca seca, la extraña mirada en blanco espectral activaron mis piernas chatarreras para correr como bólido por un maestro, alguien que tuviera el deseo de castigarlo cuando despertara; no fue así, se fue a la coladera del baño, con todo y su extraña manera de ser, de pensar, con todo lo retraído que era; pero finalmente siempre fugaz y distante de los demás.
Yo, entonces no sabía si reír o llorar, si jugar al fútbol o solo sentarme en el pupitre del fondo a lagrimear, no entendía de su proceder. Pero su imagen se quedo como tatuaje en algún sector de mi llamado cerebro. Hoy tremendamente su hermana logro algunos trazos sorprendentes de esa, su vida.
La crónica mostrada en fotos rompió mis treinta y seis años para trasladarme justo frente a la viva imagen de él. Con un texto bien logrado detallo lo reseco y oblicuo de su atropellada vida. Matizo sus bordes con caricias escritas por sus padres. Las ilumino con el cariño que jamás pudo mostrarle.
Ayer visite la tumba de mi amigo Leinad para platicarle un poco de todo, sostuve indeterminadamente la respiración para poder oler sus latidos bajo las hojas de los arboles, yo se que esta tranquilo. Entonces no me equivoque, aquel chico en la exposición parado frente a esa foto de recién nacido era el; era Leinad que vino para nunca crecer.
Vida , solo un suceso…
“GOL DE LIGA DE ASCENSO”
Junto con los once pasos una cerveza obscura era la herramienta adecuada de cada domingo, lunes, jueves o martes también. En esta ocasión el nervio hacia mella en su atención para no enterarse de aquel trago; y no tenia paciencia para buscar la pelota sentado en el sillón, si el pudiera cruzaría la pantalla y desbordaría la banda para dejar un centro de esos dañinos para la salud.
Un partido crucial espera al final del día, el platillo y el bombo están listos desde los noventas, década de oro. La playera retro puesta sobre su presencia asume la responsabilidad adquirida ya hace algunos ayeres, porque no es pasión simplemente es un estilo de vida.
El sol se hace tímido y busca un rincón para observar el cotejo, tal ves el ultimo en primera nacional. Y entonces la comparsa de “los niños torcidos” porra aledaña se une a la fiesta incandescente que esta por aparecer, son muy pocos los rostros pero el corazón late fuerte como un solo sonido y si, un solo destino.
Arranco hace algunos minutos 10 para ser exactos, más al norte de este país bajito, otro encuentro importante, se juega la guerra del sótano, pone sudor en las manos, una mirada extensa sabe que las cosas no caminan sobre el césped. La entrega se olvido para recordar futuros en otros destinos lejos de allí.
Entonces vino a mi mente aquella mañana de domingo cuando junto con mi madre pude ver en vivo al equipo, el monstruo repleto de butacas gritos y recuerdos era ancho y alto para el pequeño y su madre, o él era solo demasiado niño para entender la historia de lo que cubría aquel inmenso templo.
Algunos dicen que siempre fue grande para este club, lo cierto avala otras cuestiones de distinta índole. Malos manejos, cambios de nombre y de dueños y, un sinfín de malas decisiones. Me da igual, eso fue otra historia y época ¡claro!, no se olvidan para entender cuan maravilloso es el club.
Cantando dicen parece menos fastuosa la preocupación, al chico no se le engaña; sabe cual es el final de la historia, hasta ese acontecer se encuentra en otra liga jugando en el purgatorio una sentencia por culpa de otros…esos que con dinero pretenden hacer futbol sin pelotas. Esos muchos ignorantes del balón.
Mucho peloteo, recurrentes acercamientos con el DT, promiscuas jugadas sin sabor a nada o peor aún muriéndose de nada. Ya no se preocupa el niño, pues entiende que no se gana con restos ajenos y delincuentes trabajadores sin pasión y lucha por su trabajo, esos traslados de pelota solo hunden más esa bella historia, solo cuentan cosas irremediablemente de tiempo atrás.
Y entonces el canto tomo un tinte gris como aquel cielo mareado de tristeza reunida. El gol llego y con ello una lagrima broto de ese corazón idealista y vagabundo, pero era una contrariedad, había mas aliento que ganas de quedarse de aquellos; por supuesto fue gol de liga de ascenso.
Gol para terminar con la agonía y comenzar desde cero, renacer de las cenizas. El triunfo habría dado la permanencia al club, pero con ese futbol tan pobre quedo el chico convencido, tranquilo; quedo mirando un rato al gigante en donde alguna ocasión lo vio saltar al terreno de juego para ser local sin parecerlo.
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
“MUNDANO”
El texto que su mano destiñe sobre la pantalla, vulgarmente expresa la desazón más costosa de su alma, ella, reposa sobre una hojuela despepitada de la enorme acera. El pintor sosiega su irreparable tristeza alambrando el bello cuerpo de la modelo entre oscuros y claros de una pared rigurosamente enladrillada; eso le da peso a la perspectiva de su etéreo cuerpo.
La gente es testigo del tremendo ganduleo entre estos dos, autista queda sin noción del tiempo, pues impávidos miran tan magnifico trabajo. Ella es una silueta de avellana, entre grises insultantes, el acomoda lámparas echas al aventón extraídas del mundano basurero. Un discorde disidente anuncia decadencia entre el hueco de su altoparlante y el paraguas de su imaginación.
La ciudad aterriza entre nubes de colores, pero el olor es castigable para mis entrañables pulmones. Sobre el piso entre roscado de grietas y más grietas con rocas, serpientes marineras son serpentinas y adornan la calle entera; la voz del saxo rompe la calma para anunciar la fiesta; para olvidar… si eso, olvidar.
A mi, el pintor me a hechizado, no se inmuta por aquel ruido, solo aprecia las formas de aquella mujer que le presto el instante, saca el talento monstruoso que vive en su interior. Hoy es su momento, su gol de ultimo minuto en un mundial, su majestuoso trabajo de coronel y príncipe en la ciudad de los ciegos y mudos.
El arlequín, el monociclo rengo, el duende albino, la mariposa gorda y la reina tuerta son el jubiloso regalo del carnaval bodeguero. Mi café sigue humeante, ya hace varias tardes cuando lo pedí; es cierto, por acá al señor tiempo se le olvido pasar. Los gitanos que roban huyen como despreciables sabandijas entre lumbre. Este balcón me permite observar el atorrante lenguaje postrado a orillas de cada farol.
La calma del acordeón malagueño deja urdida la mirada de los que al tango le quitan una nota para hacerla suya. Que riqueza, el mundo por completo le dio la espalda a la elocuencia para ser libre a su manera, dejo las riendas del monótono día con día para jugársela junto a mi en aquel balcón.
Mi gigante amigo exhalo por una de sus arterias principales provocando el terremoto que devoro cielo, conciencia, física, ateos y feligreses fanáticos. La voraz situación nunca toco el pequeño espacio del artista y su obra; el pintor floto entre la nada y un regazo de tierra. De su cinturón desenfundo un pincel para rehacer un nuevo camino; entre flores y margaritas.
Me pinto a mí, al café y al eterno dúo que bailaba sobre una nota el viejo tango de Gardel. Pinto la tierra con extensiones naturales, le tomo un ultrasonido al sol para teñir de lava el horizonte perdido y sobre ello un futuro más tranquilo. Pinto a su musa calcada en el muro. Soplo en su vientre para darle vida. El mundo de los dedos, la imaginación y el pensamiento son parte importante para decir gracias, sigo vivo…sigo aquí.
Vida , solo un suceso…
“EL ONCE RUBIO”
Mientras escuchaba: “PANAMA, PANAMA… LLANTO DOLOR SUFRIMIENTO DE UN PUEBLO” pequeña parte de la canción, el león Santillán de los “Fabulosos Cadillacs” observaba un partido del calccio: un Juventus-Milán de la serie A en Italia claro… ahí el once rallado, el rubio albinegro que dejo Praga para ser grande, poderoso. El ganador en 2003 del balón de oro, PAVEL NEDEVED “el león de Praga” como lo llamo Bruno bernardí en su biografía.
Tras de aquel menudo banderín de córner el león asecha a sus presas, la derecha educada le da sentido a la pelota para encontrar las redes, un artista, el ítalo-argentino y un fondista danés esperan junto a la tribu bianconera en el área rival, el balón enmudeció en el pecho de Sissoko el nacido en el distrito de Ruán, en la Francia de los enamorados y la Marsellesa implacable y deliciosa.
Mas tarde la blanquita termina en las manos de un tifosi rival ¡valió el boleto! dentro de mi cabeza replico. El cotejo esta echado en el medio campo y apostado para un gol en cual quiera de ambas porterías. Esos movimientos son el baile más adecuado, el son de un ruido furioso, levanta la mano cuando ha observado un segundo antes la jugada.
Es el director de orquesta, esas diagonales se comen centímetros del futbol exquisito por naturaleza. El checo es actitud de normas avenidas con calidad para el balompié, eso es notable cuando mete un trazo doblando la cancha y que la redonda termine como instancia de poder ganar el partido. La rumba alborota este corazón mexicano pues su figura al borde del círculo central no tiene fecha de caducidad.
Se han encendido las bengalas para pintar la tribuna, el salto, el canto; el rito del espectador viviendo un espectáculo de primer mundo. Pegado a la banda y de espalda, la oportunidad de trascender, el “LEON” sin voltear miente con el cuerpo para salir avante desmallando al adversario, pidiendo sutura para un ombligo dañado.
Así es, un guerrero, el rubio bianconero, aquel que puso el pecho y acepto las consecuencias… descendió para demostrar su calidad de persona. Esa, la que no lleva números ni líneas, ni lucha por un símbolo, amistad, la más noble de todas; la de Pavel Nedved, el individuo. No le perdía el rastro y no me interesaba otra ocasión, solo observarlo a él y a ella.
Jamás se puede olvidar aquella plegaria y agradecimiento, cuando incado secaba lágrimas de gozo por amar esos colores, por entregarle a su país un mundial, su pasión. Permitió al universo soslayarse de mal futbol. Un aplauso, y otro, y otro más… la azzurra rindió tributo a pesar de un mundial no grato para aquel. Demostró las maneras básicas para jugar al balompié, para soñar y disfrutar.
Y luego… el retiro como todo, acudió para dar paso al juego de pelota sin pies, dirigiendo, formando. Por ahí dicen que cuando hablan de Pavel Nedved al futbol se le enchina la piel…
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!
más sobre ti.
“En domingo”
Cuando el sol se encontraba en lo más alto del cielo entonces monte mi triciclo apache y salí al jardín a quemar llanta, desde la ventana mi madre me extendía con la mano un saludo cada que pasaba por ahí, era lindo ver el azul intenso arriba; un verde chistante abrumaba mis ojos, una gran madeja de extensiones como paraíso se encontraban en aquel lugar lleno de vida, como lo llego a ser un día el fraccionamiento.
Algunos dicen que recolectar historia no suele ser muy sano, salen canas y te vuelves gruñón; un melancólico fulgurante. Para mi es intentar entender como es que se tergiversaron los hilos de un camino que parecía estaba apegado a lo más alto y termino siendo poco menos que un sucio muladar.
Ese muladar daba opción a soñar, a creer con tan solo cuatro años. Para cuando mi entendimiento podía explotar con más ansias una extensión de la casa se convertía en papelería y dejaba atrás un bello aparato de flores, césped; solo la gran jacaranda marcaba el tiempo a la par de nosotros. Lo que eran hermosas rosas se convirtieron en papel celofán, cuadernos y lápices berol. El atrabancado apache quedo atrás.
Con el se quedaron cosas limpias y acciones buenas guardadas para siempre, atados en el tiempo. Ayer leyendo el diario de la colonia, si ese; el del gritón, me enteraba del muerto hallado cerca del campo de fútbol, con dos impactos de bala, amarillista la imagen, pero tan llena de realidad. De esa manera tomaba el domingo. La pólvora de aquella ojiva creo un púlpito de cosas en desorden, la carente identidad succiono la tarde.
Veinte mil sirena estornudaron por todas partes, buscaban respuestas o solo simulaban el echo de saberse rebasadas por la violenta mañana de aquel domingo. La tele distraída ponía las mismas porquerías de cada domingo, churros de nuestro maravillosos cine, noticias sin importancia y muy alejadas de la realidad…
Preferí el salcochado de hierba, sudor y patadas. El circo del fut dominical cuando los pansas verdes ocupaban el horario de las doce del día. No recuerdo el rival solamente un marcador abultado y el grito de ole. No dejaba de pensar en la imagen putrefacta que invadía ya este entorno cada vez más ríspido y lleno de extraños.
Cronológicamente, la papelería pasó a ser una gran miscelánea en donde encontrabas remedios hasta para tus remedios. Recuerdo que siempre fui fiel a cada juguete, dulce o baratija que salía. Ahora el plastificado en los líquidos le quitaba la autenticidad del vidrio a las chaparritas. Y aquella jacaranda que departía tiempo y espacio junto a nosotros un día fue mutilada desde sus entrañas.
Todo lo que pretendía ser calma se convirtió en olores y ruidos estridentes. Por eso ya no me paro temprano los domingos, no quiero ver como el ganduleo de algunos termina por completo con mi fraccionamiento. Hoy intente escribirle al tiempo un pequeño reclamo de cómo a veces nos olvidamos mutuamente. A veces me siento extraño, será que los macetones ya no tienen flores…
Vida , solo un suceso…
“HISTORIAS REMACHADAS”
Se escucho el altoparlante en aquel lugar, llego la despedida fría y sin más reseñas e itinerarios, la mesa esta puesta y caminas cansada y triste con tu kimono anaranjado, esposada de pies y manos. Has de pagar las consecuencia, sabes, así será… lo sabes. El ruido citadino afuera aturde mis oídos vagos, ciegos y sin un solo sentido por exigir, yo pagaré mi condena.
A mitad de semana todo parece tranquilo y sin una brisa errónea, la tv cuestiona, los diarios dominicales asumen la responsabilidad para aprovechar el bajo rendimiento que le sacan a una nota; si, en miércoles se lee mejor algo de domingo. Triste dibujar tu imagen, esa, la del pirata que recorre la barandilla para encontrar a los tiburones.
Fue ayer cuando de pronto escuche el taconeo incesante bajando las escaleras del maloliente edificio 14 sobre aquella avenida insoluble. El sombrero recargado sobre tu hombro derecho pertenecían y contaban historias rimbombantes, me convertí en un dolí pintando un riel sobre la acera adyacente para seguirte, dándole zoom a tu brillante recuerdo.
Fingiste no verme, pequeña y fucílenime de tanta belleza checaste el maquillaje de tu rostro angelical con un pequeño espejo solo para observar si aun seguía tu rastro. Ahí me tienes, atento al contoneo del viento tuyo. Responsable y espigado doblo la calle y me ausento un momento solo para guardar discreción; sabiendo cuanto es que me gusta mirarte.
Magnifica levantas tu mano y enseguida abordas el tremendo amarillo para desaparecer del lugar. Entonces allá voy nuevamente siguiéndote en otro gran amarillo, arremetiendo en un mar de autos lentos y tranquilos no cambiando la cotidiana carrera de su camino. Pues si, he decidido seguirte sin tener tal ves un por que.
Atrapaste el cuadro perfecto, y el reportero asumió las consecuencias de tal imagen. La política correcta y su filosofía remachada jamás lo dejan descansar, todo le sorprende y divaga en un mundo de lo maravilloso. En fin, a unos cuantos metros donde detuviste el camino vuelvo con la misma mecánica, seguirte con el aliento de mis ojos.
Dejó el auto y cuando has entrado al lugar abordo el cuatro letras abandonado por ti solo para llenar el inconsciente cerebelo. Resopla distante no importando si estoy; te observa hundiéndose en el asiento, maldiciendo el volante y rocanroleando enfurecido una injuria sobre tu mísero futuro.
El lugar se llama “LINDO MANHATTAN” esa luz psicodélica anuncia el repertorio nocturno de una vida desordenada. Del otro lado la presentación del nuevo red bull francés, y yo descubriendo una historia de arrabal con estilo en la gran manzana, aunque mi destino fuera el fútbol y sus costumbres tribuneras.
¡NO SE JUEGA FÚTBOL POR INERCIA!